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Desde el techo las luces de colores iluminaban ligeramente los cuerpos ocultos en la oscura habitación. El sonido de los altavoces retumbaba en los cuerpos que se movían al ritmo de la música. Las lámparas en las esquinas iluminaban las cercanías de los sofás, creando una falsa sensación de privacidad. El conjunto de elementos era el ideal para una fiesta de ese calibre, Jamaica se las había arreglado para crear el mejor festejo posible, con una lista de canciones contenía temas que iban desde las más bailables y actuales, hasta las lentas y sensuales. Y como si la fiesta hubiese sido hecha pa

"Hay veces que la más mínima gota de agua puede hacer rebalsar un vaso"; en mi opinión es una frase que, al ser demasiado usada, pierde su verdadero significado. No, no me refiero al significado que, por ejemplo podemos buscar en el diccionario. Sino a ese significado "emocional", al que cuando nos hablan de eso, sabemos como se siente estar en esa situación. Como cuando, vemos algún vídeo de accidentes en internet, y nos impresionamos al ver cómo el chico que iba en bicicleta se cae y se golpea fuertemente la cabeza contra un poste de luz. O como cuando alguien nos muestra un raspón del tamaño de

Si Versalles pudiese hablar Introducción. Esta es una película realizada por el cineasta francés Sacha Guitry en 1953. El rodaje de este largometraje se enmarca en la Posguerra, época en la que Francia vivió una auténtica caza de brujas contra todos aquellos que habían colaborado con los nazis durante la ocupación del país galo por éstos duran- -te la II Guerra Mundial. El mismo Guitry fue juzgado por colaboricionismo, siendo absuelto de los cargos que se le imputaban. Para acallar las voces que le acusaban de traición a la patria, el artista hizo una trilogía en la que se reflejaran determinados aspectos anecdóticos de la historia

Tan solo una ilusión que al destino doblegó Y los sueños de un niño que en crack se convirtió. —Los miserables. Alexis está dormido. Lionel se pregunta con qué o quién estará soñando si su boca dibuja una sonrisita nostálgica y feliz. No puede evitar sonreír también porque, aunque no quiera aceptarlo, cada gesto de Alexis es contagioso. Su respiración pasiva y sincronizada se entremezcla con el cálido aire de la habitación que secretamente comparten. Lionel se acomoda sobre su costado con la cabeza apoyada sobre su mano, cuyo brazo le sirve de atril. Alex